sábado, 5 de octubre de 2013

Cada vez que tengo ganas de lamerte me vuelvo poesía.

Ejecútame con tu metralleta de palabras,
haz malabares con mi ojos si te observo
desnuda al otro lado de mi vida.

Hazme lamer el suelo en el que pisas,
arráncame la lengua con los dientes
si confundo tu nombre mientras sueño,
tatúa con tus uñas en mi espalda
el camino más corto a tu cintura.

Imprégname el aroma de tu pelo,
invítame a vivir bajo tu falda,
inunda mi garganta con tu océano.

Te arrancaré las medias con la boca,
le ladraré a tu pubis que te quiero,
saciaré mi fetichismo en tus tacones,
le rezaré a tus muslos de rodillas
al ritmo que decidan tus dos manos
y que bailen nuestras lenguas sin descanso
la interminable canción de los suspiros.

Invéntate un reloj bajo los párpados
indícame la hora de los besos,
retrásate en la cita con mi piel,
hazme sufrir tu ausencia en cada poro,
haz que te odie más que a los espejos
a que te quiera más que a mi familia
pero no te vayas nunca de mi vida.

Autor:Ernesto Pérez Vallejo

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