sábado, 29 de septiembre de 2012

Mierda de mundo [Por @currobarriles]


Cuando somos pequeños nuestros padres nos educan con unos valores. Nos dicen que tenemos que compartir, nos lo repiten una y otra vez para que no nos peleemos con los demás niños. Nos enseñan a no pegar,ya que hay que respetar a los demás. Nos educan para que seamos honestos, no robemos, no matemos, no cometamos malas acciones puesto que hay que tener consideración con el vecino. Sin embargo, cuando vas creciendo vas viendo el ambiente que te rodea, pensando y razonando sobre él.
Te das cuenta de que TODO, ABSOLUTAMENTE TODO tiene un precio, que todo depende del dinero. Que lo que vayas a conseguir en un futuro no depende de lo bueno que seas haciendo tu trabajo, depende del número de personas a las que hayas pisado para escalar puestos y poder conseguir más dinero. Porque todo depende del dinero. Hasta el amor.
Razonas, piensas y no entiendes porque el mundo está patas arriba, piensas que no siempre ha podido ser así, que nuestra humanidad se hubiera envenenado y nos hubiéramos ahogado en nuestro propio odio al ser humano que no está entre nuestro pequeño círculo de conocidos.
Pero sí, todo ha sido así siempre, una humanidad rastrera, sucia y contaminada que vende a los demás humanos por tener unas monedas más al mes.
Mi pregunta es, si nuestros padres son así, ya que se han acostumbrado a vivir dominados por el de arriba, y tienen como ciencia cierta el egoísmo y el odio, ¿por qué de pequeños nos educan con unos valores que si cumplimos no seremos nadie en este sistema? ¿Para qué? ¿No es cruel educar a alguien desde su nacimiento para que luego tenga que hacer lo contrario?
Está claro que cada uno tiene un pensamiento diferente vale, ¿pero en alguno de nuestros pensamientos, de los de la gente de abajo, está el matar a millones de personas por los intereses de alguien que tiene el poder? Porque en el mío no.
A lo mejor soy raro por aferrarme a unos valores que no hacen daño a los demás, pero lo que me jode, es que cuando defiendo lo que mis padres me han enseñado, cuando defiendo la verdad, la justicia y otras cosas tan abstractas los policías me peguen y la mitad de mi país, anclado en el recuerdo de una guerra de hace más de 70 años me odie.
En este mundo de incoherencias me gustaría que alguien me dijera que diferencia hay entre José Bretón y por ejemplo un soldado israelí que mata a niños palestinos. Pero aparte de que alguien me explicara esta cuestión, me gustaría también que me explicara por qué no nos indignamos igual con las dos cuestiones puesto que los dos son asesinos.
Me gustaría saber que especie de inteligencia superior al resto de la humanidad ha hecho que la gente humilde de los barrios en los que cuesta llegar a fin de mes la gente piense de la misma manera que el señor Botín por ejemplo.
En fin, el caso es que me gustaría saber también, ya puestos, en qué momento la mente del de abajo fue manipulada para despreciar unos asesinatos y otros no, cuando la muerte de un ser humano por otro debería ser algo que aborreciéramos cada vez que ocurriera, ¿O no decíamos que eramos los únicos animales capaces de razonar? Pues si razonamos, podemos apartarnos del egoísmo y construir un mundo en el que nuestros hijos no tuvieran que pelear como bestias por una simple pieza de cobre.
Pero claro, para eso habría que razonar. Mientras tanto seguiremos apoyando este sistema, estos políticos y que el pueblo, que la gente sea vapuleada cuando el de arriba quiera, porque a la mitad de los de abajo le gusta pensar como el de arriba para poder llegar al poder sin darse cuenta de que el de arriba sigue estando en el poder porque no deja a nadie entrar en el.
Solo es cuestión de razonar.


viernes, 28 de septiembre de 2012

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Miles de rostros se pasean ante tus ojos, danzando desinhibidos al son de la música y que, ahora, se muestran faltos de alma. Hermosos cuerpos, lúcidas facciones y silenciosas mentes que, inquietantes, a la tuya no acechan cuando, en algún momento determinado, sí debieran. Acercarse sigilosas y abrazarla hasta rodearla de imágenes, colores, luz e ilusión. Vagando entre almas carentes y palabras inexpresivas, buscando mi pedacito de vacío para así poder cobijarme del abismo de mi mente antes de que se dilate en su totalidad. Cientos de rostros en fracciones de segundo y ni uno sólo conocido. Las rarezas se vuelven bellezas mientras que los esquemas prototípicos sacuden ahora mi estómago, provocándome unas náuseas inhumanas. Pero no importa, porque ahora lo que yacía se alza tornándose cada vez más humano hasta que consigue arrebatar mi alma y venderme la linda parcela del vacío. 

Silencio.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Fuera de control


Estaba tranquila, pero hasta yo misma me sorprendía de mis lágrimas. ¿Cómo habían logrado escapar? ¿Por dónde se habían filtrado? Si no recordaba mal, me había encargado de retenerlas para que no abriesen la boca y nadie supiera lo que estaba sucendiendo. Pero ellas, vivas y cálidas, se escaparon de entre mis párpados, riéndose de mi y burlando mi estado hasta escapar campo a través por mis mejillas, esperando ser rescatadas y vistas por alguien. Comencé a perseguirlas con la mano pero, ahora, más cansada y lesionada, decidí dejarlas escapar. Al fin y al cabo, si seguían ese camino, ya nadie me distinguiría tras ellas. Ni siquiera sería capaz de rodear el contorno de estas para, a lo lejos, verme tras ellas. Al fin y al cabo, ellas, terminarían por desaparecer y dejar un sabor amargo. Como yo.

Y siguió pasando desapercibida entre el tumulto.