viernes, 3 de mayo de 2013

Prisión

Cuatro patas y una sábana son mi prisión. Dónde me encierro con las palabras que han caído de tu boca y arañan mi mente. Retuercen cada silencio para robarles gritos y llantos.
Ni en la distancia disfrutas de una sonrisa. Si no es tuya, no ha de existir.
Con tus negras manos apagas el sol, inundas mi espacio de humo para ahogarme y aturdirme. Para que deje de escribir, para que no viva más
¡No!
No soy una princesa a la que salvar, ni eres un caballero. ¡Tú eres el dragón!
Tu cueva nunca será un palacio ni tus manos serán humanas, mientras sigas encerrado en la humedad.
Transformar el mundo a tu antojo para hacerme creer que soy yo el dragón, mientras en silencio encadenas mis manos, es todo lo que logras, y ni si quiera tu sombra guarda tu secreto.
Desgarro mi piel, que según tú es de mentira, y deshago mis tatuajes con el humo del incienso. El viento fuma mis pensamientos convirtiéndolos en nada.
Me entierro en las sábanas arrancándome la cara para dejar de ser un estúpido payaso y poder ser simplemente nadie.

Herrhofmy.

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