Ya no sé ni cuánto que llevo sin publicar.
Una pequeña eternidad que, extrañamente, nos une un poquito más a ti y a mi, improbable lector. Durante este tiempo tengo que decirte que te extrañé tanto que dolía, que reí, que lloré, cambió todo tanto que parecía ser igual y que llegué a confundir una pausa con un punto y final.
Pese a todo, estamos aquí los dos. Yo escribiendo y tú recordándome. ¿No te parece dulce?
Tengo que contarte tantas cosas que ninguna me parece importante, así que prefiero dejarlo para después (o para olvidar directamente). Enfermé, viajé, aprendí poco y olvidé mucho, cumplí algún que otro sueño y al final volví. No me parece relevante nada más que pueda contarte sin antes entrar en calor. Supongo que poco a poco, iré subiendo cada una de estas partes y de otras, volveré a suministrarte de esas "cosicas varias" que te hicieron leerme por primera vez (y si es el caso) quedarte conmigo.
No me queda mucho más que agradecerte seguir por aquí, lanzar un beso a tu pantalla, y prometer que volveremos a [re]leernos.
Cheers!
viernes, 23 de mayo de 2014
Vuelta
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